Empieza la aventura!
A las 4:30 de la mañana del Lunes he reabierto los ojos (no he podido dormir nada durante toda la noche) y me he puesto en pie. A las 5 estaba el taxi en la puerta y a las 6 ya me estaba despidiendo de mi familia en el arco de seguridad del Prat. Ha sido una despedida emotiva pero sin lágrimas. Un café cerca de la puerta de embarque y las 7 en punto subía al avión rumbo a Londres!
La cosa ya no pintaba muy bien desde el principio. Estar asignado al asiento
1ª situación incómoda: Estaba sentado al lado de la ala del avión (cosa preocupantemente frecuente en casi todos mis vuelos) con lo que las vistas no serían del todo buenas que digamos. Además el hecho de que las 2 ventanillas fuesen terriblemente incómodas para cualquier cuello humano (una demasiado atrás y la otra demasiado adelante) hacían del espectáculo aéreo una odisea difícil de soportar.
Acto seguido llegó mi compañero de viaje. Un español con cara de sueño que iba leyendo el periódico por el pasillo. Una vez sentado en la butaca dejó el diario en el bolsillo de la butaca de delante y cerró los ojos. Después de 15 minutos dando vueltas por las pistas del Prat, despegamos, por fin, rumbo a Heathrow. Unos minutos tranquilos, en lo que no pude ver más que algunas nubes y, como no, el ala del avión, y poco después pasaron las azafatas para ofrecernos el desayuno (mi 3º desayuno del día). Un bocata de jamón y queso, un zumo de naranja y algo que se asemejaba a café con leche. Mi compañero de viaje seguía con los ojos cerrados con lo que se perdió el festín (tipo listo?). Yo, dispuesto a demostrar que lo del asiento no podía ser una mala señal, me dispuse a almorzar.
Y aquí es donde viene el 2º ataque contra mi persona. Eso, amigos míos, no era café! No podía ser café! Quizás un líquido restante del motor del avión, pero definitivamente no era café. No era plan de escupirle a la azafata el líquido extraño (más que nada porque me pillaba lejos, salpicaría a pasajeros inocentes y podía ser corrosivo) así que lo dejé allí esperando que mutase a algo vaporoso y se extinguiese. Algo que por desgracia no pasó.
40 minutos después, y todavía con el estómago revuelto por el mejunje de color marrón, parecía que nos acercábamos a Londres. Mi compañero seguía dormido pero ahora de manera un poco molesta. Roncaba y dejaba caer la cabeza en mi asiento! Y por mucho que me moviese no despertaba. Algo incómodo, la verdad. Y entonces llegaron las nubes gordas! Y con ellas las turbulencias que creía me salvarían de mi “pesado” compañero. Pero no, el hombre no se inmutaba y eso que hubo un par de minutos en los que más que un avión, eso era la atracción del saltamontes de cualquier feria de barrio. Y el “café” que aún quedaba dentro de mi empezó a revelarse. Quería salir! Pero mi fuerza de concentración consiguió vencer al enemigo. Suerte que apenas di un par de sorbos a eso, sino quizás ahora mismo no viviría para contarlo.
Cuando parecía que por fin llegaba a Londres el destino (o el piloto, quién sabe) siguió con su guerra particular contra mi persona. Empezó a dar vueltas y vueltas en círculos durante casi 30 minutos! Algo que no sería tan malo de no ser que las nubes cojoneras estaban por toda esa zona. Mi compañero de viaje ni se enteró, claro está. Que podría estar pasando para que el piloto no dejase de dar círculos. E aquí mis hipótesis:
1- Quizás habíamos llegado demasiado pronto a nuestro destino y los ingleses no podían tolerar tal cosa.
2- Como había sobrado demasiado “café” estaban intentando deshacerse de “eso” antes de llegar a Londres y ser declarado como avión de destrucción masiva.
3- Una de las tantas turbulencias habían afectado a la bodega de equipajes, algunas maletas (fijo que entre ellas la mía) habían saltado por la borda e intentaban divisarlas y pescarlas con un gancho tipo maquinita de peluches.
4- Había sido detectada una bomba en el tren de aterrizaje y alguien (seguramente Jack Bauer) estaba desactivándola antes de que muriésemos todos.
Cualquiera de esas opciones parecía posible…
Pasados los 30 minutos misteriosos el avión se dirigió al aeropuerto y tomó tierra (bruscamente) en Heathrow. Comenzaba a mosquearme. Mi compañero de viaje no había abierto los ojos desde que se sentó 2 horas antes y empezaba a sospechar que estaba en coma o, peor aún, muerto. Seguramente habría tomado café antes de entrar al avión y no pudo soportarlo. Me plantee pincharle en un ojo para ver si reaccionaba pero justo en el momento en que la azafata dijo en perfecto inglés, bienvenidos a Londres, el hombre saltó como si de un muelle se tratase y se quedó en el pasillo esperando (mucho rato) a que se abriesen las puertas. Había sobrevivido al asiento 13 y eso era lo importante. Quizá una taza de café para celebrarlo?? Mejor no tentar a la suerte.
Después de salir del avión, esperar en las colas del arco de seguridad y encontrar un sitio para sentarme y escribir mi primera aventura mientras saboreo un croissant inglés, me doy cuenta de que no puedo conectarme a la mierda de internet wifi del aeropuerto. Me salen páginas donde me he de registrar y pagar por 1 hora de internet?! Malditos ingleses… tendré que esperar a llegar a Matsudo para poder colgar esto en el blog, una vez que llegue a Narita, me encuentre con Javi en el Mcdonalds del aeropuerto y vayamos los dos en busca de la guesthouse perdida! Eso suponiendo que el vuelo a Narita vaya mejor que el de Londres. Almenos ahora voy en World Traveller Plus. Ahora soy un viajero de 1ª y puedo escupirle el café a la azafata!
Mañana si eso pongo todo lo que vino después, k no fue poco. Un pequeño adelanto... Javi no está conmigo! Estoy completamente destrozado y en el avión a Narita la lié bastante! xD
Mañana más!
9 comentarios:
XXDDDDDD muy bueno, me he reído mucho. Espero impaciente el siguiente capítulo.
Muy bueno primo! pero tas olvidao la 5 opcion posible del retraso del avión: Un comando de mercenarios a tomado el aeropuerto y un tio vestido con camiseta de tirantes esta desvaratando sus planes. xDDD
Menos mal ke no pillaste el vuelo ke salia antes de Heathrow si no aun estarias ahí! jajaja. Ya hablaremos por el messenger.
Buenas tardes Victor! aunque aquí en España son las 12 del mediodía tu ya estás acabando la tarde. ¿Cómo estás? ¿Ya te has recuperado del jetlag? Disfruta mucho por ahí y sobre todo aprende japonés. Ah!! se me olvidaba son Sònia (trabajo con tu madre)
Abrazos fuertes!!!
Vaya odisea jeje. Pues me ha alegrado saber de ti, ya me acabaras de contar que tal te parece Matsudo y la residencia, y bueno la escuela tambien, a ver si ves a Takagi por ahi .
Saludos
eso, y si ves a Takagi pregúntale por Nobita
Holaaaaaaaa......
me recibes??????
Hola Victor.......te dejo mi movil...por si conoces algun Tanaka que este wenorro...te parece??????....ajjajajajajajaaj
Takagi es un profesor de la academia Roser! Y esta mañana lo he visto, estaba haciendo el examen oral junto con otros profesores.
edebiana te recibo pero no se quién eres... a quién debo enviar el Tanaka??
Publicar un comentario